Adan de Abajo

Desde la antiguedad los alquimistas intuían la presencia del OTRO YO, nombrándolo Adán de Abajo. El psicoanálisis más tarde lo bautizaría como Inconsciente.

martes, 30 de septiembre de 2014

EL AUTOMAESTRO: Brujos, Curanderos y Sanadores Cosmopolitas





El amor conquista el mundo y todos sus temores,
cuitas y ansiedades.
Habla de algo que puede ser despertado en nosotros
y que es más fuerte que toda otra cosa en la vida.
Habla de algo que invierte los signos en nosotros
y lo hace de tal modo que lo que era activo
se vuelve pasivo y lo que era pasivo se vuelve activo.
Un hombre debe experimentar una inversión  dentro de sí
para que su Esencia se vuelva poderosa.

MAURICE NICOLL –Comentarios Psicológicos sobre las Enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Vol. 2)


1.  Plantas de Café en la Rivera de Chapala

Lo primero que nos sale al paso en su casa es el olor del desayuno que ya está listo. Nos desmañanamos tomando el autobús de las 7:00 am en la Central Vieja para llegar a la hora de nuestra cita. Son las 9:30 y nuestros estómagos nos reprochan con gemidos la ausencia y el vacío infame de la mañana. La combinación de la canela con el café, conforma un aroma muy atrayente que se distingue desde media cuadra de distancia. Ella lo sirve con un chorrito de leche condensada y azúcar mascabado. Nuestras glándulas segregan saliva nada más al pensarlo, anhelantes. Ya casi no podemos esperar.

Nos acordamos cuando Enedina nos platicó que se trajo su primera mata de café de Chiapas, hace diez años, envuelta en periódicos y abrazada en el camión desde San Cristóbal de las Casas. Después vivir casi medio año y estudiar con don Lauro: un chamán muy famoso, aprendiendo el Masaje con Piedras y la Acupuntura Mexicana. Ahora ya tiene más de ciento ochenta plantas en su jardín, en plena Rivera del Lago de Chapala. El café que obtiene de ellas es para el autoconsumo de su restaurante, aunque siempre queda algún kilito de tostado artesanal para sus familiares o amigos.

“Hoy tenemos costillitas en chile pasilla, bistec a la mexicana, carne asada, frijolitos y torta de huevo con salsa de tomate…”

Nos dice Enedina al recibirnos sonriente en el zaguán de la entrada de su casa, donde atiende a sus clientes, ofreciéndonos su mano delgada y fina. Nos decidimos por la opción de costillas con la obligada porción de Frijoles de Boda. Alguna vez nos explicó ella que en la mayoría de los pueblos de la Rivera les llaman Frijoles de Boda,  porque cuando los fríen con manteca, les revuelven salsa de birria para darles más sabor. Resultan tan sabrosos que hay quienes sólo piden frijoles para el almuerzo, y no andan nada equivocados.

Su nuera: Cristy, una morena gordísima y de sonrisa bondadosa, quien se encarga de tortear, nos saluda también y promete mandarnos una generosa dotación de “calientitas”.
En las pequeñas mesas de madera ya hay instalados bastantes comensales de la más diversa ralea: pescadores, jornaleros, albañiles, burócratas, profesores y muchos empleados de la Comisión Federal de Electricidad. Al mirarlos echar el diente a una tortilla con frijoles y huevo con chile o de pancita en salsa verde, una de sus especialidades, nos acordamos también del esposo de Enedina, quien trabajaba en la Comisión.

Hace casi treinta años que Enedina enviudó, su marido reparaba unas instalaciones de alto voltaje en Mezcala cuando  resbaló de una de las más altas  y peligrosas torres. Quedó agarrado por la pierna de un cable, rostizándose. Su cuerpo permaneció colgado toda la noche, recibiendo descargas fortísimas de la corriente eléctrica con la que alimentaban la zona entera del Lago. Lo encontraron hasta el día siguiente, achicharrado e irreconocible.

Enedina dice que la experiencia de identificar su cadáver carbonizado fue la cosa más espantosa que haya vivido. Sus niños estaban muy pequeños cuando todo eso pasó. Ella nunca trabajó antes, fue muy consentida desde niña, primero por sus padres y luego por su marido, quien la adoraba y siempre se esforzó para que nada le faltara. La experiencia, según sus palabras, casi la vuelve loca. Duró casi tres años en una depresión profunda. Pero también fue la oportunidad para descubrir, una vez sorteada la crisis, su misión en la vida: sus dotes como cocinera y sanadora.

2. La Discípula de la Húngara

A las doce del día, luego del desayuno, nos reunimos sus alumnos de Masaje, Herbolaria y Acupuntura. Enedina enseña la Acupuntura Mexicana, la cual todavía no es tan conocida. Ella dice que don Lauro, su Maestro, les explicaba que los pueblos mayas y toltecas la practicaban desde la misma época que los chinos. Con ella curaban y atacaban casi cualquier enfermedad. Enedina no utiliza agujas, como en la técnica oriental, sino punzones de madera, jade, obsidiana o cuarzo de distinto calibre. Luego de dar un masaje con sus dedos por las partes principales del cuello, cráneo, espala, brazos y coxis, relajando al paciente, oprime con sus punzones cuidadosamente diversas áreas de los huesos y músculos, las cuales corresponden a los distintos órganos internos del cuerpo: hígado, riñones, páncreas, vaso, etc.

Somos cerca de doce personas, que nos reunimos una vez al mes, en una sesión de todo el día. Hay gente que viene desde la Ciudad de México, exclusivamente para estudiar la técnica que ella enseña. Entre sus alumnos nos encontramos psicólogos, médicos internistas, terapeutas físicos, tanatólogos, psiquiatras, gente común que viene a aprender, etc.

Enedina no cobra una cuota definida por sus clases, dice que la cooperación es voluntaria:
“Lo que quieran darme, lo que gusten…”

Tampoco tiene un costo fijo por sus terapias, masajes y limpias. Hay quienes damos cien pesos, de acuerdo a nuestras posibilidades, aunque percibimos que debe haber quien le paga por su cuenta hasta más de mil.

Se nos ocurre pensar que su casa se sostiene con las ventas de su restaurante, que tampoco es caro: los desayunos cuestan 30 pesos e incluyen café y frijoles con refile y todas las tortillas que se pueda comer. Sabemos también que a mucha gente no le cobra por sanarla y realizarle limpiezas energéticas. A nosotros nos alivió de un dolor lumbar que según algunos especialistas, requería intervención quirúrgica. Nos acordamos siempre de la manera tan delicada en que sus dedos suaves nos aflojaban los músculos de la cara y el cráneo, para luego lancear los meridianos de los brazos, plantas de los pies y hombros con unos punzones de jade que le trajeron de Guatemala. Tras cuatro sesiones de terapia no volvimos a sentir jamás molestias de ningún tipo.

Los gringos la buscan para que los cure porque sabe hablar bien el inglés. Enedina es muy discreta y jamás presume de sus conocimientos de medicina tradicional ni idiomas, aunque sabemos que viene gente del extranjero sólo para tratarse con ella:

“…A mí me enseñó a leer el café una húngara cuando yo era muy niña. -Nos platica en esta ocasión-. Me dijo que si yo la enseñaba a tejer con gancho y agujas, ella me enseñaría a leer los restos del café. La señora era del Líbano, no hablaba muy bien español, pero también sabía leer las cartas y usar el péndulo para curar y hacerle consultas, duramos casi dos años enseñándonos mutuamente. Desde entonces comencé a interesarme por todos estos rollos…”

Al mismo tiempo que habla, narrándonos fragmentos de su vida, se encuentra insertando semillas de caléndula en la oreja de un voluntario, para mostrarnos la técnica de auriculoterapia utilizada por los toltecas desde tiempos inmemoriales.

3.  El Automaestro



Un joven chamán en potencia
empieza por ser considerado en la comunidad como un “enfermo”,
atrapado en una abrumadora crisis psicológica
que se expresa en una profunda confusión mental
e incluso en enfermedad física.
Si se puede curar, entonces puede ser un chamán…;
enloquecer o morir. Sus opciones son limitadas.

(SHELDOM B. KOPP –Gurú, Metáforas de un Psicoterapeuta)



A don Joaco lo conocimos por Enedina. Ella nos mandó con él, nos contó que fue su maestro de Tarot y de otras técnicas de magia y medicina ancestral. Llegamos la primera vez por una consulta de cartas y una limpia. Desde entonces no hemos dejado de venir cuando menos dos veces al mes a visitarlo y estudiar con él.

Un autobús suburbano nos lleva a lo largo del todo el Periférico Sur de la Ciudad, hasta la parte donde el camino está más descuidado y la placa del pavimento necesita mayor mantenimiento. Es un poblado pobre y echado en el olvido, ya casi nadie habla de él más que para mencionar sus malas noticias. Anteriormente era un rancho muy famoso por su Viacrucis y sus fiestas patronales, aunque éstas casi se perdieron con el paso de los años y la intromisión de las costumbres urbanas.

La pequeña comunidad prácticamente fue absorbida por el crecimiento impío de la ciudad, más allá del periférico. Muchos fuereños llegaron a vivir alrededor y transformaron forzosamente la vida cotidiana de la gente con sus costumbres nuevas, no necesariamente positivas. Abundan la drogadicción, el alcoholismo y los asaltos. Una pequeña sociedad que antes presumía de ser muy comprometida con sus celebraciones de Semana Santa, la Bendición de los Animales y las Pastorelas de Diciembre. Ahora se encuentra casi en vías de extensión.

Atravesamos, no sin tomar ciertas previsiones, la Plaza Principal con su kiosco oxidado y basuriento. Después de las 6 de la tarde ya no es tan seguro transitar para los que no somos de por allí.

Caminamos hasta la última calle, la cual lleva a las afueras del pueblo, donde comienza el Río, que antaño proveía de carpas tilapias, bagres, culebras, ranas, salamandras, tortugas y patos para la dieta de los lugareños. Antiguamente su remanso surtía de agua potable buena parte de dos municipios del Oriente de la Ciudad. Hoy está completamente contaminado por las empresas cercanas y las colonias nuevas de interés social, que desaguan su pestilencia sobre él. Ya no vive nada en su lecho, más que peligrosas larvas de moscos, cucarachas de agua y otras sabandijas acuáticas, portadoras de enfermedades, y un olor muy difícil de sobrellevar.

Nos cuesta trabajo imaginar las historias que nos narra don Joaco, de cuando el pueblo era famoso por su río y su Viacrucis. Cuando las familias organizaban  días de campo en la orilla, pescando con anzuelo y tarraya, friendo carpas en aceite  con papas sobre discos de arado, con carne asada en las brasas y tacos de frijoles recalentados. Dicen que venía gente de la Ciudad y de más lejos a pescar y a convivir.

La casa de don Joaco es de adobe y se encuentra justo frente al río. A pesar del olor de los contaminantes y desagües, muchísimos fuereños vienen a atenderse con él y a consultarlo. A sus pacientes no parece importarles ni la suciedad del río, ni los objetos de desecho, ni animales muertos que ahora transportan sus aguas.

Se abre la pesada puerta de tablones de su entrada, aparece la mano fortísima y bonachona de don Joaco. Emergen sus ojos aceitunados y observadores. Al atravesar el pasillo de su sala, nos va envolviendo el concierto a todo volumen de decenas de periquitos australianos, canarios, palomas habaneras, calandrias, loros, cardenales y gorriones que viven en sus jaulitas, en el corral de don Joaco. Muy pronto comienza a hablar el brujo, es un grandísimo y animado conversador:

“…Hace veinte años me dijo don Lauro que mi mujer me estaba embrujando…Don Lauro me aconsejo: -¡Vete hasta el fondo de tu patio a buscar en tal maceta de tal rosal…! ¡escarbas, y en el fondo vas a encontrar el mal…!- Y ahí estaba justamente aquello…”

Nos dice don Joaco mientras tomamos asiento en su chiquigüite, como llama a un pequeño cuartito en donde realiza sus limpias, lecturas y trabajos energéticos. Don Joaco  tuvo que aprender magia y brujería casi a la fuerza, cuando descubrió que su mujer le estaba haciendo trabajos de magia negra para dañarlo y quedarse con su casa y su dinero. Hasta entonces había llevado la vida común y corriente de un albañil. Tuvo que aprender a defenderse en un plano por completo invisible, al que casi nadie voltea a mirar en estos días.

Un día encontró en un libro de rituales mágicos una rara invocación al Maligno, la realizó a la media noche con las instrucciones que venían en ella y desde entonces su vida cambió. Al poco tiempo conoció a don Lauro, también maestro de Enedina y se fue a vivir a San Cristóbal de las Casas más de tres años para estudiar con él.

“¡…No…!  Una vez don Lauro nos pidió a un grupo de alumnos suyos que nos acostáramos en el suelo, entonces se sentó de repente arriba de mi barriga. Y yo, como lo respetaba mucho, no me moví para nada. Apenas podía respirar, pero no era capaz de pedirle que se quitara de encima, aunque me estaba lastimando. Entonces don Lauro nos dijo a todos: -¿Saben por qué éste está así de jodido…? Porque permite que cualquiera haga lo que quiera con él, porque es un dejadote, cualquiera se le puede sentar encima-. Entonces salté como un resorte y boté a don Lauro. Entendí que tenía que darme a respetar y aprender a defenderme yo solo de cualquiera…”

Parte de lo que nos han enseñado don Joaco y Enedina en estos años, es la necesidad de enfrentar nuestros temores, a curarnos y resolver nuestros problemas por nosotros mismos. En un mundo donde impera el dominio, la manipulación y el control externo de las personas a partir del miedo y la sugestión, la necesidad de ser el propio maestro, el automaestro, es una señal de que algunos brujos y sanadores como ellos no andan tan perdidos.

Un automaestro, tras haber adquirido una enseñanza espiritual, sigue por su cuenta su camino, tomando a la vida ahora como su única maestra, enfrentando sus obstáculos y peligros y haciéndose más fuerte cada vez que los sortea.

4.  Un Artesano en Europa

“Estuve viviendo en Chiapas varios años con don Lauro, con él me acerqué por primera vez al Tarot y la verdad me hice muy bueno para interpretarlo, desde entonces es mi principal instrumento de trabajo. También aprendí masajes, la limpieza espiritual con huevo, chile seco y ramas de mezquite, a correr temascales y a usar la Acupuntura Mexicana. Pero a los tres años me echó de su casa, ya no quería que yo dependiera de él. Todo lo que podía aprender con él ya lo había aprendido. Ahora tenía que atender a mis propios pacientes. Yo todavía no me sentía seguro para curar personas, necesitaba una señal…”

Don Joaco abandonó su oficio de albañil, se fue de Chiapas y retomó su gusto adolescente por la música. Se hizo de una guitarra y tras recordar un par de acordes, se unió a un mariachi tradicional, compuesto por huicholes y mestizos. Anduvieron tocando en todas partes. Por cosas del destino, como él dice, los invitaron a presentarse en un festival de música folclórica en Barcelona, en España. Cuando iban a regresar, aprovechando un permiso de la Unión Europea, don Joaco se separo de sus compañeros músicos y viajó hasta Alemania, Holanda y Suiza, viviendo de tocar su guitarra en trenes, plazas públicas, fabricando y vendiendo huaraches y pulseras que los europeos supieron valorar muy bien. Se dio tiempo para leer bastante, cuanto libro caía en sus manos sobre diferentes temas, también conoció a muchas personas en el camino. Visitó la ciudad natal de uno de sus grandes maestros: el médico y mago Teofrasto  Paracelso.

Fue en una plaza de la ciudad de Colonia que se animó a realizar su primera lectura de Tarot en una banca, a una muchacha que según sus palabras, era muy bonita y estaba muy necesitada de ayuda. Don Joaco se comunicaba en un inglés mocho, pero suficiente para darse a entender con los alemanes. Entonces trabajaba con un antiguo Tarot Egipcio, editado por un tal Dr. Moore, que le obsequió don Lauro, el cual es ya muy difícil de conseguir, según nos platica en cada oportunidad.

Ese primer trabajo resultó un éxito. Gracias a él comprendió que debía regresar a México, reconstruir su casa frente al río y atender a la gente de su comunidad, que lo necesitaba más que nunca.

5.  Cuando su Mano se convirtió en Cuchillo

Don Joaco arroja un leño en la hoguera que realizamos en mitad de su patio. Son casi las doce de la noche. A nuestro alrededor impera el total silencio y una calma completa. Apenas se oyen algunos ladridos que se pierden en la lejanía. El río no parece descansar ni siquiera a esta hora, incluso  su cauce se escucha más activo que en la tarde.

Algo al interior del fuego estalla en el momento en que don Joaco nos describe sus conversaciones y diálogos con espíritus del Bajo Astral y con el Maligno. Suelta una ronca carcajada y las llamas parecen calmarse, amedrentadas con el poder de su voz de bajo. Sus ojos verdosos y revolcados, nos recuerdan siempre una imagen de Pancho Villa.  Ambos deben parecerse un poco, o uno podría ser la reencarnación del otro. Según nosotros.

Sus manos se vuelven igualmente poderosas que su voz, cada que arroja los maderos a la hoguera, avivándola, también cuando extraen las cartas de sus dos mazos de Tarot: el Egipcio del Dr. Moore y el Ryder White. Con los que trabajamos ahora. Sus manos parecen cortar como dos cuchillos, los poderes de la noche, en el momento en que abren las cartas y las parten para volverlas a unir de nueva cuenta. Es todo un maestro con las cartas.

En esta ocasión, tras hablar largo y tendido sobre los últimos Arcanos Mayores del Tarot, especialmente sobre el arcano XX: El Juicio Final, y sobre El Sol y La Luna, nuestra clase deriva hacia la necesidad de aprender a orar adecuadamente.

Don Joaco nos enseña a rezar el Padre Nuestro con una fuerza del corazón tremenda, de una manera conmovedora, llena de ímpetu y amor. Nos indica que si es rezado con la suficiente convicción y alma, puede convertirse en un sortilegio poderosísimo capaz de alejar todos los temores, espantar los males y ayudar a proveer cualquier tipo de necesidad. Según él, el Padre Nuestro originalmente era una oración dirigida al Dios del Sol: el Dios Padre.

“El Padre Nuestro es la única oración que le dio Dios directamente a los hombres…”
Pronuncia categórico, con una voz que resulta más ronca que en cualquier momento de la noche. Luego pega un profundo trago a su botella de mezcal.

De pronto, nosotros caemos en la cuenta que tanto don Joaco como Enedina, son entre otros, brujos y chamanes, representantes de un antiguo y hermoso orden de valores que reaparecen cada cierto tiempo. Cuando las comunidades necesitan de ellos más que nunca, para ayudar a la gente a plantearse de nueva cuenta aquellas cosas que son importantes: la necesidad de voltear hacia sí mismos y mirar en sus corazones.

Sus centenares de aves se encuentran bien dormidas en las jaulas a esta hora, uno de sus cinco perros comienza a ladrarle a la nada. Un estridente coro de grillos inicia sus chirridos de manera ensordecedora. Don Joaco dice que aquí los grillos, cucarachas y ratas, mutaron y se desarrollaron sobremanera, debido a los contaminantes que segrega el río. Aunque nunca nos encontramos hasta ahora con ninguno de ellos, la verdad es que esos grillos y ratas gigantes nos asustan más que las invocaciones de don Joaco dirigidas a los seres del Inframundo.

Ambos nos ponemos de pié tras largas horas de charla, estudio y de buen mezcal. Guardamos en nuestro morral de lana un mazo nuevo del Tarot Egipcio del Dr. Moore, que el brujo nos obsequió el día de hoy.

Don Joaco nos brinda un abrazo muy cálido. Pronto nos iremos a dormir a su chiquigüite, como él lo llama, donde nos permite pernoctar cada vez que tenemos la oportunidad de venir a estudiar con él. Nos retiramos y sólo se queda la fogata en su patio, encendida y murmurante.


viernes, 12 de septiembre de 2014

EL TAROT DE MARSELLA VS EL TAROT DE TOTH (Segunda Parte)

                                                                                          EL HIEROFANTE DE CROWLEY


The Tarot is a pictorial representation
of the Forces of Nature as conceived
by the Ancients according to a
conventional symbolism.
At first sight one would suppose
this arrangement to be arbitrary,
but it is not. It is necessitated by the structure
of the Universe, and in particular of the
Solar System, as symbolized by the Holy Qabalah.

ALEISTER CROWLEY –The Tarot of Toth)



Jesús recibe del Hierofante su nombre
y número místicos.
Sufre la primera prueba de la fraternidad
y recibe el primer grado: La Sinceridad.

(Piotr D. Ouspensky –Iniciación de Jesús en el Templo de Heliópolis)


1.   El papel de la Reina como Madre, Amante y Líder de los Arcanos Menores:

Los Arcanos Menores del Tarot están organizados en diversos ciclos internos. El primero de ellos comienza con los Ases, los cuales representan el inicio de cualquier proceso de la Naturaleza: el nacimiento del Universo y de la Vida en la Tierra, la formación del embrión humano en el útero materno, el Origen del Alma, el Vacío Pleno del Espíritu Universal, el instante del estallido primigenio del Big Bang, etc., equivaliendo al número 0. Ciclo que termina con  las Reinas y puede dar paso al segundo, que comienza con los Reyes y finaliza con los Caballeros.

Como mencionamos en la primera parte de este trabajo, en los modelos de Tarot clásico, tanto en el Marsella como los de la Golden Down, incluyendo el Ryder White y todos los creados por los egresados de sus filas, se otorga a la Reina un papel secundario, incluso débil y marginal en comparación con el Rey y los Caballeros. La Reina oscila con dudas entre el número 2  el 3 en su evolución espiritual, dependiendo. Vive en la ambivalencia de la comodidad de su Reino, al mismo tiempo que en el drama de no poder contrarrestar la fuerza masculina y estabilidad de los Reyes. Viéndose dominada a cada paso por ellos. Anhelando a veces su libertad, pero resignándose a su prisión por no atreverse a abandonar su trono.

El número 2 significa pasividad, comodidad, cercanía, protección, sensibilidad, pero también codependencia y aferramiento a una zona de confort a la cual se corre el peligro de nunca animarse a renunciar. Con el riesgo de quedarse estancado e incluso morir emocionalmente. Es el símbolo de la madre protectora, benevolente, nutricia, entregada y amorosa, pero también de la psicología del conformismo, el subdesarrollo, la pasividad, el temor a lo nuevo e incluso la mediocridad.

Por su parte, el número tres es el salto al vacío y la decisión definitiva de romper con el nicho de la dependencia, la crisis obligada que conlleva buscar la libertad y la propia identidad.

De ahí, hemos aprendido que toda crisis producto de una decisión madura, una muerte o duelo, puede ir de un año  de duración a cuatro, numerológicamente hablando. El momento de la llegada del 4 conlleva el logro de la estabilidad tras padecer la tormenta: el surgimiento del Rey. Aquí terminaría el Primer Ciclo de los Arcanos Menores en el Marsella y otros Tarots tradicionales.

Empero, en el Tarot de Aleister Crowley, el preciado número 4  de la estabilidad y la fortaleza, no pertenece a los Reyes, si no que corresponde por derecho inalienable a las Reinas. En su Tarot, ellas son las más fuertes y evolucionadas del Ciclo Primario de los Arcanos Menores. En el Tarot de Toth de Crowley, los Reyes ni siquiera existen. Aunque las Reinas gusten en demasía del sexo y del amor, y hayan procreado de hecho a ocho hijos: los 4 Príncipes y 4 Princesas del Tarot de Toth,  no tienen rival desde el punto de vista afectivo. No cualquiera posee la envergadura emocional y espiritual para atreverse a cortejar a una Reina, mucho menos para seducirla, complacerla, arrastrarla al orgasmo y dejarla en cinta.

Los únicos capaces de acoplarse sexualmente y ponerse al tú por tú con ellas sin dañarlas, ni tampoco dejarse dominar por su envolvente poder femenino, son los caballeros.

2.   ¿Quiénes son Realmente los Caballeros en la Historia Universal del Tarot?

LOS CABALLEROS DE ESPADAS SEGÚN 3 TAROTS



…Y entonces el Hierofante preguntó a Jesús:
“A qué has venido con nosotros, tú, quien ya conoces de antemano
el nombre de tu padre…?”
A lo cual Jesús respondió:
“Precisamente, porque lo conozco de antes,
he venido a sumergirme en las aguas
donde se muere y se vuelve a vivir…”
Y descendió Jesús cada uno de los escalones
que conducían al fondo del estanque…

(Piotr D. Ouspensky –Iniciación de Jesús en el Templo de Heliópolis)


En el mito del Rey Arturo, aunque Gweniber era la bella esposa del monarca, es solamente Lánzelot, el brazo derecho de Arturo y el  más importante de los caballeros de la Mesa Redonda, quien eleva desde su cama a las más grandes alturas del placer, a la hermosa Reina. Recordemos que Lánzelot no provenía de cuna noble, como la mayoría de los caballeros que rodeaban al Rey. Era el hijo bastardo de una campesina, quien lo abandonó en el bosque siendo un bebé. Arturo lo recogió, educó y entrenó, dándole un lugar en su casa, en su corte y en la Mesa Redonda. Lánzelot amaba sobremanera a Arturo, como a un padre y un maestro. Pero también amaba a Gweniber.

 En algún momento, en el ocaso de su vida, Arturo descubrirá su amorío y los sorprenderá desnudos, amándose en el bosque. Aunque casi muera de la tristeza y enojo, su amor por la Reina y también por Lánzelot le hará perdonarlos a pesar de todo. En un punto final de su vida, a la hora de su muerte, entregará la responsabilidad del Reino de Cámelot y el liderazgo de la Mesa Redonda al joven Caballero y amante de la Reina.

Pero el mito de Arturo no nos describe hechos concretos de los que de ningún modo estamos seguros, ni mucho menos nos interesa si ocurrieron realmente o no. Sino que nos describe una serie de procesos psicológicos y espirituales que son factibles en el ser humano que se encuentra en proceso de evolución espiritual.

Arturo o el viejo Rey, representa la Antigua Personalidad que dominó al hombre durante la mayor parte de su vida: sus creencias rígidas, su educación familiar y académica tradicional, sus valores religiosos y emocionales cuadrados e inamovibles, los cuales le fueron transmitidos por sus padres y profesores. La falsa identidad y el Ego obeso y soberbio. En general, todo lo que psicológicamente es viejo y debe ser removido e incluso aniquilado en la necesaria muerte espiritual, que se requiere si en verdad se está dispuesto a morir para renacer en un Nuevo Hombre.

El viejo Arturo, es decir, la Antigua Personalidad del hombre, debe ser desalojada y debilitada gradualmente, cediendo su lugar a la Esencia o Alma del Nuevo Hombre. Debe saber morir y pasar su estandarte al joven Caballero, el único capaz de llenar sexualmente a Gweniber o a la Reina y tener el control absoluto de la vida del hombre. En realidad, esta es la descripción del proceso de Despertar Espiritual, contenida en la mayor parte de tradiciones psicológicas antiguas del mundo. No por nada se han encontrado paralelismos entre el mito del Rey Arturo y la vida y milagros de Jesucristo. Pareciera que en el fondo hablaban de la misma cosa.

De ser un pequeño huérfano a quien Arturo recoge en el bosque, Lánzelot evoluciona, pasando por diversas pruebas durísimas: Lealtad, Sinceridad, Valentía, Transparencia. En cierta etapa de su vida lo arriesga todo por rescatar a Gweniber de un Rey enemigo, liberándola de una prisión en el fondo de una caverna, cosa que ni el propio Arturo logra conseguir. Lánzelot se hace fuerte a cada paso y supera al Rey en cada etapa del proceso. Antes de ser perdonado por Arturo, luego de descubrirse su relación con la Reina, sufre un exilio temporal, el cual debe padecer con humildad, retornando de nuevo a Cámelot sólo para ayudar a Arturo en su lucha contra viejos adversarios.

Un Caballero en el Tarot, no es alguien centrado en los triunfos del mundo externo y la vida corriente de los hombres. Ha sido iniciado por algún maestro, como Merlín o Juan el Bautista, en alguna tradición espiritual milenaria. Se le ha ido preparando para percibir gradualmente más allá de las apariencias, combatiendo no con enemigos exteriores, sino contra adversarios que sólo pueden encontrarse en su corazón. Los monstruos contra los que se confronta, son su propio Ego, su Vanidad, Orgullo, Resentimientos y Rencores. A los cuales debe abolir y exterminar de su ser.

Un Caballero es alguien que se ha vencido a sí mismo, a sus partes psicológicas negativas, caducas y anquilosadas. De ahí que su carácter no sea meramente masculino, sino equilibradamente andrógino. Su lado femenino se encuentra igualmente activo y desarrollado. Por ello es capaz de comprender y satisfacer a la Reina, sin permitirle tampoco que lo aprisione ni encadene.

Su camino no es de ningún modo el de la violencia, ni el de los reconocimientos de la vida exterior, en los que se pierden la mayoría de los hombres, sino el de la Bondad, la Verdad, la Pureza en el corazón y la búsqueda legítima del Conocimiento.

3.   El Número 5 en realidad es un Número Femenino

El Tarot nos describe que la vida en el Planeta Tierra implica la manifestación de cuatro elementos básicos: Aire, Tierra, Agua y Fuego. Representados consecutivamente en los Arcanos Menores por: Espadas, Oros o Discos, Copas y Bastos.

El ser humano como parte de la vida en la Tierra debe aprender a lidiar, manejar y ser exitoso en las cuatro áreas que representan estos cuatro elementos: desarrollar su parte mental y una inteligencia sagaz (aire); ser una persona práctica, capaz de resolver problemas concretos, generar su sustento económico, darle su justo valor a las posesiones materiales y aprender a cuidar del dinero (tierra); identificar sus propias emociones, saber sentir a los demás y ponerse en el lugar de ellos (agua); y por último, poseer la suficiente entereza, decisión y voluntad para afrontar las dificultades y salir avante de ellas (fuego).

No puede aspirar ni mucho menos soñar con poseer ninguna clase de evolución espiritual si tiene problemas en alguna de las áreas de la vida terrenal mencionadas, o si una de estas no se ha desarrollado suficientemente. Si algún elemento resultase deficiente en su vida, esta se encontraría desequilibrada.

El hombre que más o menos ha trabajado para desarrollar las cuatro dimensiones terrenales de los Arcanos Menores, se encuentra en vías de evolucionar espiritualmente.
A los caballeros les corresponde por derecho propio el número Cinco. En el Cinco encontramos la presencia de un elemento nuevo, en el hombre quien se encuentra ya encaminado en una Senda Espiritual: un elemento etéreo que no es de este mundo. Una conexión con las estrellas. Esta conexión convierte a los Caballeros y a los cinco en seres que ya han vislumbrado su destino como una sutil revelación del Más Allá. Son seres cuyos lados masculinos y femeninos se encuentran más o menos emparejados, y que de ningún modo tienen predominio de uno sobre otro.

Aunque tenga preferencia sexual, el Caballero y el Cinco poseen un carácter francamente andrógino. Cuando es necesario, pueden ser activos, propositivos y desempeñarse en áreas masculinas. Poseen también la flexibilidad para volverse de un momento a otro suficientemente femeninos: receptivos, intuitivos, sensibles, dedicados a actividades del corazón. Por ello son los esposos o amantes ideales, de quienes las Reinas se encuentran francamente prendadas.

De los Arcanos Mayores, es el Hierofante, o el Papa, a quien corresponde el número cinco, el de la puerta hacia el Mundo Espiritual, o la entrada a la escalera que se dirige rumbo a un Plano Superior.

jueves, 4 de septiembre de 2014

EL TAROT DE MARSELLA VS EL TAROT DE TOTH: algunas diferencias irreconciliables y a la vez complementarias (Primera Parte)



Act passionately,
think rationally;
be Thyself.

(ALEISTER CROWLEY –The Book of Toth)



El Tarot Terapéutico no cura,
el Tarot Terapéutico ayuda a la persona
a reconectarse con su esencia.

(Veet Pramad –Las Cinco Llaves del Bienestar)



1.   Dos paradigmas casi opuestos

El Tarot de Toth, creado por Aleisteir Crowley y el Tarot de Marsella, son la encarnación de dos paradigmas muy diferentes de concebir al hombre, la historia y el origen del Universo, la sexualidad y la dualidad masculino-femenina, así como el frágil hilo conductor entre el mundo humano y el Plano Divino. Los dos poseen un nivel de complejidad que los hace de difícil acceso: bastante abstractos, sobre todo para quienes apenas se acercan al conocimiento de las cartas y los arcanos. No recomendaríamos que un tarotista neófito iniciara su aprendizaje con alguno de ellos. Para los estudiantes y recién iniciados tenemos el Ryder White, por ejemplo, el cual es bastante gráfico y explícito, prácticamente guía por sí mismo y conduce a la interpretación de cada símbolo. De hecho, casi cualquiera podría aprender por su propia cuenta a leer el Tarot, tan sólo con una observación cuidadosa de las cartas y un estudio disciplinado diario con el White.

En el Tarot de Marsella, particularmente el de Jodorowsky-Camoin, predomina la idea de que las cartas conforman en conjunto un todo armónico e indisoluble. Los personajes de la realeza de los Arcanos Menores y los entes y deidades de los Mayores, dialogan entre sí apenas abrimos una tirada o lectura. Se sostienen la mirada, se coquetean, agreden, reclaman, inician discusiones, construyen conocimientos, se perdonan y aspiran a resolver sus conflictos. Hablan entre sí, tan sólo con sus miradas: conversan sobre el drama de la Historia del Universo, así como del meollo de la vida de cada ser humano.

Para los adeptos del Marsella, la historia del Tarot comienza en la Edad Media, con el ocaso de una secta cristiana desviacionista. Supuestamente la inquisición persiguió a cada uno de sus miembros, mandando a la hoguera a muchos de ellos y haciendo exiliarse y huir lejos de Francia a los restantes.

Los sobrevivientes organizaron una especie de concilio esotérico, tratando de fusionar en los arcanos, los conocimientos secretos del cristianismo primitivo, el Corán y la Cábala. A través del Tarot lograrían proseguir sus enseñanzas e investigaciones sin ser detectados por los espías de la Iglesia Católica. De ahí el carácter hermético de los símbolos, al cual no cualquiera puede acceder sin la guía adecuada.

Varios siglos después, Jodorowsky se reuniría con Philippe Camoin, un descendiente del primer editor del Tarot de Marsella. Juntos reconstruirían y popularizarían el modelo prototípico del primer Tarot, que supuestamente se originó en la ciudad de Marsella.

Pensar que el primer Tarot en el mundo fue el de Marsella, resulta una afirmación bastante discutible y nos pone a pensar si no es una idea maquiavélica, con fines mercadológicos, formulada por la creativa mente de Jodorowsky. Un llamativo mito que ayuda a atraer las ventas de su Tarot.

Por su parte, los estudiosos del Tarot de Toth, de la mano de su creador, el mago, investigador y poeta, Aleister Crowley, consideran que el Tarot es muchísimo más antiguo. Con ellos, por cierto, coincide el psicólogo ruso Piotr Ouspensky y unos pocos más, quienes se dedican al estudio del Tarot desde la escuela del Cuarto Camino y las enseñanzas de Gurdjieff.

Según Crowley y Ouspensky, el Tarot se remonta hasta Egipto Primitivo, antes de las arenas y previo a las dinastías faraónicas. En la época que se construyeron las grandes pirámides y la esfinge. Cuando anidaban en su seno sociedades esotéricas de las que se dice que Hermes Trimegisto o Toth, precedió.

El primer modelo de Tarot habría sido transmitido a los hombres por Hermes, o Toth, cuyos 2 nombres pertenecen a la misma entidad o semidiós. Al inicio era un conjunto de tablillas de roca, impreso mediante el método cuneiforme, cuyos secretos se transmitían de generación en generación a través de escuelas tarotísticas, semejantes a las que han estudiado la Cábala y los Evangelios durante siglos. Varios de estos Tarots, presuntamente se encontraban en la Biblioteca de Alejandría y sucumbirían en el momento de su incendio y destrucción a manos de un emperador católico romano.

En el Tarot de Toth apreciamos una perfección en cada arcano, una belleza que roza lo artístico hasta casi resultar sublime. A diferencia del de Marsella, desde nuestro punto de vista, sus cartas son bastante individualistas e independientes una de otra, cada carta es un universo en sí mismo, dirigiendo su energía hacia el interior. Poco dialogan entre ellas mismas, o por lo menos lo hacen en menor medida que el Marsella. Empero, cada uno de los arcanos de Toth es una puerta que nos arrastra en una sola tirada hacia abismos incognoscibles. Una lectura con el Tarot de Toth, siempre da la impresión de resultar mucho más mágica que en el de Marsella, la cual se aprecia más psicológica e incluso literaria. Más no menos interesante.

2.   El Papel Dominante de lo Femenino en el Tarot de Toth



Plantearse la teoría, tal como lo hacen Ouspensky y Crowley, de que el Tarot fue transmitido por un ser mitad humano y mitad deidad, puede resultar por una parte fantástico, incluso esquizofrénico. Pero basta profundizar a conciencia no sólo en cada uno de sus símbolos, sino en el orden perfecto que con que logran embonar y dialogar las cartas cuando se trabaja con él, para considerar que no fue concebido por una mente común y corriente, por una psicología perteneciente a este mundo. Todo ello nos hace pensar cuán profundo y global era el razonamiento de los hombres más antiguos  y cuánto nos hemos alejado nosotros de ellos. La misma sensación de encontrarse frente a un sistema concebido por mentes de otro mundo, nos produce sumergirnos en los diferentes niveles de significados que poseen los Evangelios, El Libro de los Reyes o los Salmos, por ejemplo.

No es que el Tarot de Toth pretenda ser un modelo preciso del Tarot de Hermes o Toth, que fuera destruido en Egipto en los primeros años nuestra era. Cuando lo creó, el mago Aleister Crowley pretendió reconstruir la energía del más antiguo Tarot de Toth por una parte, adaptándolo a la Era de Acuario, que estaba a punto de iniciar cuando él trabajaba. El propósito era crear un Tarot que conectara con los conocimientos milenarios más antiguos y herméticos, y brindar una visión del Tarot menos machista, más andrógina y más emparentada con lo femenino.

Hasta entonces el panorama de los estudios del Tarot era dominado por modelos que brindaban poder absoluto a la energía masculina, por sobre todas las cosas, como el propio Marsella, del que hemos hablado. Pero sobre todo era acaparado por los Tarots de la Golden Dawn: una logia dedicada al estudio del Tarot y otras artes ocultas. De la cual Crowley en algún momento formó parte. En estos modelos clásicos, la figura del Rey tiene un papel central dentro de los Arcanos Menores. Por otra parte, números de carácter francamente femenino como el cinco y el diez, son mostrados como negativos, incluso dudosos y hasta perjudiciales y temibles. Lo cual lleva hacia una desconfianza y temor absoluto hacia todo lo femenino, tal como se muestra con otros arcanos mayores, como la Papisa o la Sacerdotisa y la Luna. A quienes se les brinda una connotación que va de ser misteriosa, a enloquecedora y perturbadora.

De ahí que en el Tarot de Toth no exista la figura de los Reyes en los arcanos menores, a diferencia de todos los demás. Quien es el centro del ciclo de los menores es la Reyna, ella es quien manda y domina. Su esposo no es un Rey, obviamente, sino un Caballero: un ser quien va ganando la lucha contra sus propios demonios y que de ningún modo tiene conflicto con el poder femenino. Los Caballeros de Crowley poseen la fuerza de la energía masculina, pero también la gracia y la elegancia de lo femenino.

De su matrimonio o de sus constantes acoplamientos sexuales surgen sus hijos: las Princesas y los Príncipes. De los cuales ambos son principiantes, precisamente. Van comenzando en las diferentes áreas de la vida descritas por los Arcanos Menores, son vanidosos, narcisistas, demasiado centrados en sí mismos. Pero habilidosos, inteligentes, bellos y soñadores, con cierta experticia de la cual presumen, a veces demasiado.